martes, enero 20, 2009

Garabatos en la frente



Todo mi cuerpo se podía medir en escalas de magnitudes astronómicas, desde el infierno de mis valles faciales hasta la compulsiva agitación de mi mandíbula inferior, podía vislumbrarse desde Calcuta mi tez rubicunda así como aquellos luceros que dirigían una mirada radiográfica hacia mi ser. Prístino como las árticas aguas el mensaje está, ahora sólo veo su mirada llena de selva tropical que me escrutina nuevamente mientras un mensaje se extravía entre su lengua y sus dientes, π radianes hacia izquierda y vuelvo a ser Europa que pese a su capa de hielo es una caja de Pandora de la vida.

Milenios, centurias, lustros y años resumidos en dos ciclos de la bóveda celeste pasando por mi cabeza y mis sueños, el inicio de un periodo de madrugones y escritos académicos bajo la mirada vigilante de la luna adormecida y el sol expectante, nuevos conocimientos pasaron, una melodía exquisita y la atemporalidad volvió al mundo en forma de un escaneo visual de mi príncipe de mármol y fuego, sólo pude regocijarme en ese momento del tiempo no tiempo donde en mi cerebro, entrañas y corazón se empezaba a gestar el odio, el amor, el deseo, la tristeza que hicieron de mi ser su remanso hasta hoy donde parí todas mis emociones por los ojos.

3 comentarios:

javier dijo...

Espectral y ampuloso te ha quedado. Perfecto. Gracias por tu colaboración. Nos veremos en nuevas propuestas.

Unknown dijo...

Uno de los mejores viajes ajenos introspectivos que he leído. Sin duda...

Alicia en el país dijo...

Gracias, simplemente gracias por tu vocabulario, tu ortografía, tu imaginación y tu existencia...
Me hiciste leer Ensayo sobre la ceguera, y ver la pelicula. Muy filosófica la obra,muy peculiar la puntuación, sin embargo se entiende perfectamente... me gustó mucho.
Gracias de nuevo...